El imperio romano, por cuenta de su notable poder y organización, consiguió utilizar su riqueza artística como medio de reconocimiento y lo evolucionó hasta un punto en el que fue tan poderoso, que se expandió a una gran parte de la geografía terrestre conocida. Aún hoy existen vestigios de su importancia, a pesar de que ese imperio desapareció como tal hace alrededor de 15 siglos.
Uno de los pilares principales para la funcionalidad en el arte romano se encuentra en la arquitectura, puesto que fueron capaces de perfeccionar el arco y consiguieron erigir estructuras de dimensiones extraordinarias, tales como sus acueductos, vías e increíbles construcciones con hormigón primitivo y estructuras cupulares. Este gran nivel de creatividad, serviría para dar origen a ciudades de construcciones admirables y vasta extensión; factor que con el tiempo devino en el principio de la superpoblación relativa de las grandes ciudades.
Roma sin lugar a dudas se destaca por su organización política y económica. Las diferentes costumbres romanas estaban relacionadas directamente con la calidad del status económico. Por ejemplo, en el ejército, el despliegue en el campo de batalla dependía de la clase económica del soldado. No obstante, lo anterior no era impedimento para que mucha de la juventud romana decidiera su incorporación en las artes militares antes que continuar con procesos académicos. Así, el emperador por ejemplo era omnipresente en las luchas pero nunca participaba en ellas.
Los gobernantes de la Roma Antigua, tomaron la vasta influencia de los procedimientos artísticos griegos y encontraron la adecuación perfecta hacia su sistema; lo cual benefició su nivel de gobernabilidad para la época y contribuyó con la formación de las civilizaciones contemporáneas, por ejemplo a través de la destrucción de esculturas perfectamente talladas, daban a conocer sobre el destierro de los condenados.
Finalmente, es muy importante dar mención sobre la expresión artística romana a través de la escultura, ya que a través de su “escultura-retrato”, se conservan un sin número de señales para el investigador actual. Uno de los patrones más influyentes del arte romano, es la escultura ecuestre del emperador; que sirvió como influencia para culturas posteriores que esculpían a sus gobernadores o terratenientes importantes cabalgando sobre sus caballos.